viernes, 22 de abril de 2011

Cuando mi dedo por descuido

“Este gesto insignificante que yo comienzo, lo continúa otra parte de mí; sin que nada, físicamente, lo interrumpa, se bifurca, pasa de la simple función al sentido deslumbrante, el de la demanda de amor. El sentido (el destino) electriza mi mano; voy a desgarrar el cuerpo opaco del otro, a obligarlo (ya sea que responda, o que se retire, o que deje hacer) a entrar en el juego del sentido: voy a hacerlo hablar.”
Roland Barthes - Fragmentos de un discurso amoroso.

Gustav Klimt - Wasserschlangen I (Freundinnen) (1904-1907)

1 comentario:

  1. Anais, vi que me dejaste un comentario en mi blog. Muchas pero muchas gracias. Un abrazo!

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